sábado, 17 de noviembre de 2007

Plutón en Capricornio


PLUTÓN EN CAPRICORNIO (GESTIONANDO EL CAOS)
por Jaume Baiget (jaumebai@yahoo.com)

Tras la estancia del planeta Plutón en el signo de Sagitario, instalado allí desde finales de 1995 hasta finales de 2008, hemos asistido a cambios y sucesos que, si miramos hacia atrás, pueden parecernos muy evidentes en muchos casos, o solapados y sutiles en otros, tan solo perceptibles si somos capaces de observar, sumergirnos en el inconsciente colectivo y, tener una visión critica y profunda de los entresijos del comportamiento humano.
De alguna manera es así como el planeta Plutón nos hace saber su presencia, en un contexto en el que bajo una aparente calma emerge lentamente una erupción que aparenta estar desconectada de síntomas previos no demasiado evidentes en un primer momento, a no ser que seamos capaces de entrever en las sombras de su reino subterráneo.
Mientras escribo estas líneas, todavía Plutón tiene que acabar su recorrido por Sagitario para pasar a Capricornio, en el que durante el año 2008 oscilara en la frontera entre uno y otro signo. No se puede y no pretendo explicar solamente la realidad de los acontecimientos desde el punto de vista astrológico tan solo recurriendo al tránsito de Plutón, pero sí al menos enfocar la mirada en su influencia y en el ámbito que le corresponde, transpersonal y por ello social y colectivo, principalmente.
La estancia de Plutón en Capricornio desde finales del año 2008 hasta inicios del año 2024, algo más larga en el tiempo que su anterior estancia en el signo de Sagitario, nos abre a una nueva dinámica colectiva con lógicas implicaciones en el plano personal en mayor o menor medida. La dominante de esta futura influencia, evidentemente distinta a la actual a fecha de hoy, viene precedida por los acontecimientos vividos con Plutón en Sagitario, y es por ello y a modo de ejemplo que quisiera describir cuál es y ha sido su legado, a efectos de poder entender y valorar mejor su próxima estancia en Capricornio.
Es por ello que quisiera primeramente hacer un repaso por el tránsito en Sagitario vigente aún en el momento en que escribo estas líneas. En primer lugar, diría que a mitad de su tránsito por ese signo, asistimos atónitos, al derrumbe de las torres gemelas en Nueva York, lo cual marcó un punto de inflexión en la política internacional, a modo de señal de inicio de la denominada guerra contra el terrorismo y a partir de ello, el intento de instaurar un nuevo orden mundial, como bien se encargaron de anunciarnos ciertos personajes con más o menos poder e influencia.
En Sagitario encontramos todo lo referente a los valores éticos , morales y de justicia fruto de la reflexión y su proyección en el tiempo . El planeta regente de Sagitario, algo así como su patrón es Júpiter; allí encontramos la búsqueda de la verdad y de una expansión más allá de los límites conocidos. Es así como en los acontecimientos de estos últimos años de guerras locales de implicaciones globales, la primera víctima ha sido la verdad como ya va siendo cada vez más evidente.
España, un Estado marcado fuertemente por el signo de Sagitario, a sufrido en estos últimos años el atentado terrorista más sangriento y brutal de su reciente historia, y es así como la erupción plutoniana se manifiesta; dejándonos paralizados, trastornados y acongojados, conforme a lo que es una de las facetas habituales de su efecto.
Si en Júpiter, regente de Sagitario, encontramos lo que entendemos que valora la sociedad como filosofía y valores positivos, vemos que cuestiones como las religiones y los valores éticos han tenido estos años un protagonismo especial. El auge del islamismo radical, la infiltración a todos los niveles del Opus Dei en la jerarquía de la iglesia católica, o del fundamentalismo evangélico en el gobierno de algunas naciones poderosas, se contrapone con la efervescencia de las ONG como movimientos éticos y laicos, portadores de valores emergentes de principios universales o humanistas, dejando muestras palpables de su protagonismo durante estos años.
El eje Géminis-Sagitario activado por este tránsito de Plutón en Sagitario, incide en los medios y formas de comunicación, los valores éticos de lo que se comunica y de lo que se pretende con ello, (no lo olvidemos). Aunque no es solo la influencia de Plutón lo que incide sobre todo ello, está claro a mi entender el cambio que a significado en estos años la absoluta implantación de la tecnología móvil y de las redes de Internet y su implantación masiva a nivel global. También, y no esta de más recordar el papel de Júpiter como planeta de lo foráneo o extranjero y su faceta de payaso como maestro de excesos, por ejemplo, en los contenidos televisivos y cinematográficos, podemos encontrar un auge de la truculencia y del exceso moralmente cuestionable; el carácter invasivo de Plutón hace que esto sea tal vez más evidente en la televisión, omnipresente en la mayoría de los hogares.
Los procesos migratorios cabe atribuirlos a la influencia de Sagitario y por supuesto de Júpiter, que impulsa el deseo de viajar, aunque Plutón pone en juego un factor de supervivencia y una indudable motivación económica en todo ello. Para un estado tan fuertemente marcado por Sagitario como España, este fenómeno a tomado un protagonismo singular en los últimos años. Es cierto que el fenómeno de la emigración del tercer mundo hacia los países occidentales no es nuevo y existe con anterioridad al transito de Plutón por Sagitario, pero de la misma manera, es en estos últimos años donde parece haber generado mayor conflicto en nuestro estado, abriendo un profundo debate sobre los valores de identidad en profunda transformación. Me limito a señalar lo que para mí son evidencias, en todo momento coincidentes con los efectos que pueden derivarse de un transito plutoniano en Sagitario y sobre este tema, en concreto en España, esta cuestión se ha disparado como un fenómeno nuevo a partir del inicio de ese tránsito.
Un análisis critico de los mensajes subliminales tras la política internacional y los cambios sociales, parecen apuntar al mensaje del miedo para justificar actuaciones de fuerza en el sentido de algo así como “mirad a otro lado, pues aunque no se sostiene moralmente, no hacerlo significaría el fin y el caos, y tú también serias victima y luego lamentarías no haberme apoyado”. Un enemigo vago, difuso, oculto bajo tierra como Bin Laden o el Mulá Omar, ¿se acuerdan?, cuyas capturas justificaron en buena medida sendas campañas militares y que a por lo que se ve, parecen haber encontrado refugio en las sombras tenebrosas de Plutón, señor del poder con mayúsculas, del mundo subterráneo, del petróleo, del gas, de la energía nuclear y de las altas finanzas. Parece, por lo tanto, que Plutón tiene un protagonismo omnipresente estos últimos años, aun más si cabe, a pesar de ser relegado a las sombras del exilio planetario, tras la decisión de la unión de astrofísicos internacionales. Si nos atenemos al significado de Plutón sin más, podemos deducir que la lucha por el poder y el manejo de los recursos energéticos puede explicarlo todo, sin embargo el que se dé en Sagitario hace sospechar algo más; como si lo que se pretendiera fuese además haciendo honor al componente de Júpiter, haciéndolo con un afán de enriquecimiento exacerbado y bajo el dominio de una ética e intención de fondo en la que el objetivo ultimo es la instauración de una globalización uniformadora de pensamiento único. Y todo ello a mayor gloria de un gobierno mundial solapado, en manos del entramado de una elite que incluye entre otros, la trilateral, el club Bildenberg, el CFR, el foro de Davos, el Banco mundial, la FMI, la OMS y una ONU como instrumento policial al servicio de una filosofía que, no por ser denunciada por los movimientos anti-globalización de estos últimos años deja de proseguir su inexorable estrategia en busca de materializar sus objetivos. Debo decir que las denominadas teorías conspiro-paranoicas tienen en mi opinión un núcleo de certeza, en mi modesta opinión evidente, a poco que observemos la concentración y atomización del poder cada vez en menos manos, si bien es cierto que algunos autores parecen querer ver la huella del maligno y de siniestros conspiradores en cualquiera que maneje recursos o tenga una responsabilidad gubernamental o empresarial, lo cual me parece exagerado. Por otra parte no dudo que existen divergencias y luchas internas incluso en ese hipotético núcleo con una visión peculiar de la inevitable globalización, como cabe esperar, por mucho que puedan estar de acuerdo en lo fundamental, lo cual siempre puede favorecer que el resultado final sea más inesperado e imprevisible de lo que algunos pretenden o pretendemos deducir.
En todo caso, es evidente que igualmente un gran numero de personas, una masa crítica de conciencia más amplia y grupos organizados en torno a ideales más nobles y espirituales, tienen una visión contrapuesta a estas organizaciones mencionadas, y el resultado final de todo ello parece difícil de precisar, si observamos las contradicciones de nuestra sociedad en la que parecemos retroceder y avanzar a la vez.
Siempre queda el consuelo, cómo dijo alguien, de exclamar: “El hecho de que sea un paranoico no quita que me quieran controlar y quieran perjudicarme”.
La conexión con las finanzas y la inversión de Plutón parecen confirmarse si vemos que ha sido en este transito cuando hemos asistido al nacimiento del Euro y al boom inmobiliario.
En España, el clima instaurado de crispación política, en el que se recurre a cualquier excusa para alentar la confrontación, el terrorismo en el ojo del huracán, la propia supervivencia como estado en entredicho según algunas voces que a fuerza de repetirlo pueden acabar materializando ese fantasma, recuerdan el clima de la época previa a la guerra civil, aunque en un marco diferente, afortunadamente, bajo el ala protectora del al fin y al cabo benigno y paternalista Sagitario y el tránsito de Júpiter por el mismo signo. Lo cierto es que Plutón ha hecho emerger las miserias de este estado, en el que procesos a medio hacer, problemas solucionados en falso y una indefinición sobre el modelo de estado en el que lo único que parece claro es la resistencia a querer reconocer el paso del tiempo y a estar abiertos al sentido común y al verdadero significado de la palabra democracia, han acabado por radicalizar posturas y provocar un clima en ocasiones irrespirable y tóxico como las emanaciones sulfurosas de las entrañas de la tierra.
Igualmente, el nivel de toxicidad parece haberse extendido y expandido globalmente, no sólo en las mentes sino en la misma naturaleza a nivel planetario, como es ya evidente en el cambio climático. De hecho, frente a problemas como el hambre, las guerras, la plaga del Sida en África, la contaminación del medio ambiente y la sobreexplotación de recursos naturales, tal vez no sea algo tan trascendental ni previsible en sus consecuencias, y como es característico de Sagitario en sus horas bajas, parece quererse dejar la solución para mañana y ya se apañaran los que vengan mientras yo hago la mía.
Si durante estos largos años Plutón ha transitado bajo el tono marcado por Júpiter: de un gran hermano de rostro protector que secuestra a los informadores alistándolos en el ejercito invasor, que alienta fanatismos de tintes medievales como insulto a la inteligencia y tiempos de banalización absoluta y superficialidad en sus contenidos audiovisuales y de manipulación sin parangón en la información en manos de poderosos grupos al servicio de la elite, de exaltación del crecimiento ilimitado sin capacidad de autocontención y rigor, y de discursos apelando a Dios tras el rayo que cae del cielo, que a la hora de la verdad no deja restos ni en las cajas negras del World Trade Center silenciando a quien pretende cuestionar la verdad de lo que se nos presenta como real, e igualmente, también hay que decirlo, despertando cada vez más un urgente afán, en mucha gente de una búsqueda mas profunda del significado de su vida y una mayor expansión de la conciencia moral y espiritual.
En Capricornio será otra la cuestión. El transito por Capricornio vendrá marcado por el signo de Saturno, algo así como el patrón de Capricornio, que no se caracteriza precisamente por su laxitud, proteccionismo, ni su buen rollito dicho en términos vulgares.
Bajo la óptica de Saturno, regente de Capricornio, toman protagonismo, las estructuras que dan forma al sistema social, la conciencia de los limites asumidos, lo que podemos denominar poderes fácticos, lo construido materialmente, y por supuesto, todo lo asociado con Saturno como recursos minerales, edificios, estructuras de poder, aplicación de la justicia, seguridad y control. En definitiva, todas las estructuras del sistema y su misma esencia organizativa.
Si en Sagitario Plutón nos pedía asumir la profunda lección espiritual de su signo opuesto, Géminis, de comprender que es fundamental la flexibilidad, la movilidad, la comunicación, y que es fundamental tender puentes hacia el otro dándole alternativas respetuosas, la necesidad absoluta de comunicar nuestras necesidades, establecer una relación con el entorno de intercambio y dialogo, el papel del aprendizaje de habilidades como una necesidad vital, el esforzarnos por comprender y hacernos comprender por los demás y para ello no condenar ni enjuiciar, y fundamentalmente entender que el hermano oscuro como buen signo dual que es Géminis y que representa el fanático egocentrico convencido de su razón, reside en cada uno de nosotros, y solo esa aceptación y una mirada amorosa puede ser el principio de una real curación.
En Capricornio, en el eje que comparte con el signo de Cáncer, su opuesto, la profunda lección espiritual pasa por tomar conciencia de nuestro origen tanto personal como colectivamente, tomar conciencia de la estrecha relación con el ciclo lunar y su relación con la madre tierra, la restauración de la energía y valores femeninos de protección y cuidado como una necesidad; el aceptar el fin de algo como el inicio de otra cosa; el instalar una transformación o al menos una mayor conciencia e identificación en el cuerpo emocional, personal y colectivamente; proteger y cuidar la tierra y nuestra casa, que es al fin y al cabo el planeta entero, comprendiendo sus dinámicas y necesidades; comprender la sabiduría de los sentimientos como agente que nos conecta con la memoria y la historia que hay que conocer y que puede ser transformada; nuestro concepto de familia, clan e identidad y por ultimo, tal vez, la muerte de un estado para nacer y elevarse a las cimas de las altas cumbres Capricornianas a través de un salto de conciencia espiritual y de rol de carácter personal y colectivo, asumiendo con un nuevo sentimiento palabras como responsabilidad, compromiso y dignidad.
Por todo ello, si durante el transito de Plutón en Sagitario los enfrentamientos ideológicos y de civilizaciones, las neo-colonizaciones disfrazadas de expediciones militares de “fuerzas de paz” y, el modelo de un crecimiento ilimitado y depredador se ha visto realzado más que nunca, es de prever, siguiendo esa línea de inercia, que en Capricornio vea la luz y sean una realidad las consecuencias de nuestros actos en los últimos doscientos cincuenta años, y que la conciencia de los límites materiales y de la forma de organizarse y estructurarse de nuestra sociedad sea puesta en tela de juicio; que la necesidad de cambiar nuestras “tradiciones” y comodidades sea simplemente una necesidad imperiosa para sobrevivir y, que entre en crisis y se ponga en cuestión aquello que consideramos serio y fundamental, como es nuestro papel personal en el orden jerárquico y el modelo de status e imagen con el que deseamos ser reconocidos en el mundo, o dicho de otro modo: lo que valoramos como nuestra identidad, sufriendo todo ello una profunda mutación, frente a lo que sólo quedará renovarse o morir.
En Capricornio, el planeta Marte se halla exaltado, es decir, en su máxima expresión. Esto indica la ambición en su máximo apogeo, por lo que tomando las características ciertamente agresivas de este planeta y su dinámica impetuosa y de escasa consideración protectora ante la debilidad ajena, vemos que las características de este periodo apuntan a otro escenario distinto al anterior en Sagitario.
Junto a los tránsitos de Plutón, es justo considerar como grandes marcadores de los cambios sociales a las conjunciones de Júpiter y Saturno que ocurren aproximadamente cada veinte años. La ultima de ellas aconteció a mediados del año 2000, bajo el signo de Tauro, definiendo el tema de los recursos; agua, alimentos, recursos de materias primas y energéticos, como algo fundamental en este largo ciclo que culminaría en 2019. Evidentemente, también podríamos considerar reveladores los ciclos de Neptuno-Plutón, pero no quisiera ampliar excesivamente los elementos de referencia, ya que tampoco pretendo hacer una prospección exhaustiva de las posibilidades que nos depara colectivamente el futuro, ni tampoco jugar meramente a adivino sin tener en consideración el elemento de libre albedrío, al menos en lo que concierne a la libertad de elección existente al enfrentarse a cualquier acontecimiento.
Si realizamos una valoración por países y zonas, así como EE.UU, país fuertemente influido por el eje Géminis-Sagitario, ha tenido un fuerte protagonismo durante estos últimos años, zonas del planeta como India o China, a las que se asocia tradicionalmente con el signo de Capricornio, tendrán un gran protagonismo y fuertes transformaciones. Así mismo EE.UU., país Canceriano, (nacido el 4 de Julio), recibirá la oposición exacta a su Sol en los próximos años (muy poco después del 2012) No es desdeñable el aspecto de cuadratura, -un aspecto de reto, tensión y desafío- a países tradicionalmente Aries como Inglaterra y en el estado español la conjunción de Plutón al país vasco, tradicionalmente relacionado con el signo de Capricornio, de la misma manera que Catalunya, que se halla relacionada con el signo de Escorpión, y que en los años 80 y 90 vivió el efecto transformador del transito de Plutón en ese signo en la fase de las olimpiadas del 92.
Aunque el asignar un signo a un país o nación es materia de controversia, dada la dificultad de precisar en ocasiones fechas fundacionales, éstas suelen verse corroboradas por la observación en el tiempo a la hora de confirmar o desestimar dichas correspondencias. Dando por sentado, al menos desde mi óptica, el libre albedrío como inmutable ley cósmica, hay que asumir que la vivencia, y sobre todo las decisiones a las que nos lleva el tránsito en cuestión, dependen en ultima instancia de nuestra responsabilidad y por lo tanto, a mayor conciencia, mayor lucidez y más sabiduría. Si hablamos de responsabilidad, palabra clave para entender el ámbito de Saturno, Plutón hará emerger los errores de nuestra falta de conciencia, a la vez que hará presente y palpable lo que es necesario transformar para ejercerla. Es indudable que el ejercicio adecuado de la conciencia exige voluntad, conocimiento y acción. La buena o mala voluntad, el conocimiento en buena medida controlado en mi opinión por intereses que temen el cambio, una de las características de Saturno en un bajo nivel, y la acción o falta de acción consecuencia de todo ello, se verán puestos de relieve por este tránsito.
Plutón nos lleva a confrontarnos con la crisis, por lo que la crisis de la estructura y modelo económico y social, las formas de gestión y de gobierno y los valores considerados como serios y eficaces se verán sometidos a duras pruebas con este tránsito.
La última visita de Plutón a Capricornio tuvo lugar en 1763 como fecha de ingreso y como fecha de salida, alrededor de 1780. Obviamente todo ello era simultaneo a otros tránsitos de planetas lentos situados en signos distintos a los actuales, lo cual implica que no podemos esperar una repetición de lo que aconteció, pero no me cabe duda de que se reproducirán ciertas resonancias y similitudes.
En esa época, junto a un movimiento al menos en occidente, que no olvidemos que no es todo el planeta, se dio un auge de la ilustración y de la razón como modelo de aproximación a la realidad, que empezó a enfrentarse frontalmente a los modelos establecidos de las monarquías absolutistas y a la dominancia de la visión de la iglesia en el modelo de gobierno y de vida cotidiana. Todo ello se contraponía al auge imparable de movimientos como la masonería y un pensamiento cientifista que empezaba a desechar lo esotérico e impalpable al menos de manera oficial, como un freno para la evolución. Todo ello culminaría en el nacimiento de la revolución industrial, que transformó a la sociedad y a la relación del ser humano con su entorno y con la naturaleza, como bien sabemos, y culminaría también en la revolución americana o la independencia de EE.UU en 1776 como el primer ensayo de gobierno ideal basado en los principios inspirados en la masonería con un notable reajuste y aumento de los conceptos de representación democrática que no impedían, sin embargo, considerar lícito el comercio de esclavos, especialmente si eran africanos. Ya con Plutón en Acuario, estallaría la revolución francesa como consecuencia de las bases, -con un elemento conspirativo organizado innegable-, establecidos en la estancia de Plutón en Capricornio. Deberíamos remontarnos históricamente alrededor del año 1517 para encontrar un periodo histórico donde encontramos a Plutón en Capricornio y al planeta Neptuno en el signo de Acuario al igual que en el periodo que va de los años 2008 al 2012. En esa época y sin afán de extenderme en un exhaustivo análisis histórico, Occidente se hallaba en un periodo de expansión sin precedentes y en un proceso de exploración de los limites del planeta. Nuevos mundos y nuevas rutas habían sido descubiertas y había nacido el cisma de Lutero enfrentándose al omnipotente poder papal donde convivían el renacimiento, el dogma y el fanatismo; este ultimo dato, personalmente, me parece muy revelador.
Es de prever, en mi opinión, que los esfuerzos de los poderes fácticos representados por el gobierno mundial solapado que intenta manejarnos, pueden intentar cristalizarse de manera firme y sólida con un nuevo y decisivo impulso de control, aunque de manera sutil, haciendo gala de la personalidad de Plutón, y es probable que la implantación, por ejemplo de microchips personales, bajo pretextos más o menos lógicos, puedan complementarse con la consolidación de la ONU como mecanismo de gobierno Universal y la progresiva eliminación o asimilación controlada de ámbitos minoritarios. En el peor de los escenarios, el intento de eliminación de amplias capas de la población puede parecer como algo deseable a dichos poderes de visión pobre y reduccionista, basada en que “no hay suficiente”, y en que ,“es imposible que la abundancia alcance a todos”, todo ello basado en el temor, la explotación del miedo y la ignorancia, y en una forma sofisticada de nazismo bajo el pretexto de la eficacia, la seguridad y un futuro controlable y esperanzador; eso sí, a costa de la restricción de la libertad, de la información, de la independencia y del criterio, la elección y la diversidad. La supervivencia de las estructuras conocidas se pondrá en tela de juicio. Cuando hablaba de la arquitectura y la vivienda como elementos asociados a Saturno, debo incluir la forma tradicional de familia que puede verse cuestionada todavía mucho más.
El frío análisis de la realidad de Saturno, santo patrón del transito de Plutón en Capricornio, se alejará de las justificaciones y polémicas morales de estos últimos años, para abordar la realidad desde un punto de vista más aséptico, justificando actuaciones y decisiones bajo el pretexto de evitar el caos, la inseguridad y actuaciones irresponsables.
Aunque ya en la actualidad la tecnología permite la posibilidad de sustituir materias primas y tecnologías obsoletas de obtención de energía, así como bienes de consumo o medicamentos de una manera inocua y sin efectos secundarios de ningún orden, y por consiguiente un remedio para el peligroso camino que parece haber tomado no solo nuestra civilización sino nuestro planeta, es una incógnita que exista una plena voluntad de evitar las peligrosas consecuencias que se derivarían de no hacerlo en este periodo. Si existe un planeta kármico, uno de ellos es Saturno, y Plutón en Capricornio no hará más que manifestarlo como directa consecuencia de actuaciones pasadas, que bajo la ley de la gravedad tienen unas consecuencias inapelables e irreversibles, de no mediar una masa crítica y alguna acción de cierta contundencia y radicalidad en contra de esa inercia.
El cuestionar la forma en la que nos organizamos jerárquica y funcionalmente en sociedad parece lógica e incluso saludable bajo este transito, así como el cuestionar los límites al crecimiento desenfrenado ya puesto en entredicho y observado con cierto temor en los últimos años del transito de Plutón en Sagitario.
Lo cierto es que cualquier cambio y transformación debe comportar bajo Capricornio un rigor y una disciplina concreta difícilmente imaginable en su estancia en Sagitario. La cuestión, en Capricornio, puede tomar la forma de hechos consumados y de inevitable dolor si no tomamos plena responsabilidad de lo que implica.
El gran aumento de la manipulación solapada de la información durante estos últimos años, bajo una avalancha de noticias sin sustancia, puede verse contrarrestado en los próximos con una descarada censura en nombre de una difusa seguridad y respeto por las formas, o por el contrario, finalmente pueden ver la luz montañas de información ocultadas y hurtadas al público por parte del poder y sus estructuras organizadas.
La conciencia de la responsabilidad individual en el entramado de la sociedad debería ser uno de los frutos de este tránsito.
Tenemos los siguientes temas que rigen el eje Cáncer-Capricornio, fuertemente activado por el transito de Plutón:
-Rigor, eficiencia, paciencia, austeridad y seriedad.
-Identidad (nacional/ familiar/ origen); lo tradicional.
-Un nuevo concepto del ámbito de la privacidad y lo público.
-La geología de la tierra (placas tectónicas).
-Revisión del concepto de status social, imagen publica, social y profesional.
-Jerarquías políticas. Estructuras organizadas de gobierno.
-Madre Tierra, conexión con el origen y con el inconsciente como referencia que configura la realidad presente.
-Ordenamiento y organización de los recursos y de la relación con la naturaleza.
-El tiempo lineal productivo como medida asumida colectivamente.
-Intento de instaurar en la tierra la materialización de un orden superior.
-El eje padre-madre. Conceptos de maternidad-paternidad.

La lista podría alargarse todavía más, pero si tan solo nos atenemos, por ejemplo, al último punto descrito, es fácil deducir que el tema de la manipulación genética y el gran cambio del concepto tradicional de la familia se verán cuestionados por el papel transformador y de metamorfosis que a la postre es una de las características principales de Plutón, esté donde esté.
El componente de Saturno como rector de Capricornio podría hacernos vivir un tiempo regido por el frío análisis pragmático en términos de sí o no, un tanto similar al pensamiento digital informático en blanco y negro, unido a una cierta desconexión con el sentimiento y lo emocional, propias de Capricornio, esbozando un futuro más propio de la película Mad- Max, tras la catástrofe y el colapso funcional del sistema.
Sin embargo ésta es sólo una posible interpretación, insisto; sólo una posible variable.
No me cabe duda de que cierto colapso del sistema social verá la luz bajo este tránsito, incluyendo en ello las estructuras de poder organizadas hasta ahora, que bajo Plutón se verán obligadas a transformarse profundamente, o a perecer, victimas de sus propios demonios y sombras ocultas.
En el terreno personal, para quienes tengan este planeta con una fuerza y protagonismo significativo en su tema de nacimiento, este tránsito supondrá una nueva etapa de transformación en el ámbito donde se halle ubicado Capricornio en su carta natal, más o menos consciente según el grado de evolución, edad y determinación de nacimiento.
Para los Capricornio, no cabe duda de que el transito de Plutón sobre su Sol que se determina según el día de nacimiento, tendrá también un efecto lento pero claro y contundente al final de dicho tránsito, aportando cambios y transformaciones más o menos fáciles o difíciles, según diversos factores sobre los que no me extenderé y que requieren un estudio mucho más individualizado y profesional en manos de un astrólogo cualificado. Para los nacidos al principio del signo, los efectos de Plutón sobre su Sol se notaran más pronto, evidentemente, que para los nacidos al final del signo.
Por último, señalar que también en lo particular, el aspecto que realice Plutón en tránsito sobre algún otro planeta natal situado en los signos de Cáncer, Aries o Libra, por citar los más significativos, aportarán cambios, retos y modificaciones en las áreas y aspectos definidos por dichos planetas según la zona del horóscopo en que se hallan situados.
La astrología nos enseña, entre otras cosas, que una de las pocas cosas que es permanente es el propio cambio: a un tránsito le sigue otro; a una conjunción le sigue otro aspecto que desarrolla su significado en un ciclo más o menos largo; a un eclipse sigue otro; a un aspecto importantísimo le seguirá a continuación otro aspecto importante en una rueda incesante.
La importancia de todo esto siempre puede ser relativa en el ámbito personal, pero no obstante, cuando asistimos simultáneamente de manera sincronizada a varios eventos astrológicos, podemos deducir que este momento reviste una importancia mayor, ya que los efectos de todo ello serán más visibles y significativos como así parece ser en estos momentos para nuestro planeta, a las puertas de la era de Acuario y al final de un año cósmico de más de 25.000 años, por no mencionar las innumerables profecías; entre otras, la profecía maya, que señalan la excepcionalidad de estos tiempos como especialmente importantes para la humanidad.
Los astrólogos definimos al signo de Cáncer entre otras cosas como el punto de nacimiento de la primera y más elemental vinculación con el clan, el útero acogedor en donde el cuidado y la protección requieren de sentimiento, emoción y una estrecha unión que deja una profunda huella, siendo todo ello determinante en el sentido de nuestra identidad. Lo vinculamos con la familia, tanto la que nos acoge al nacer como la que formamos de adultos. En el simbolismo del cangrejo se observa un caparazón duro que nos aísla del ojo público en la intimidad del hogar, un caparazón que es el escudo que permite que en la privacidad se dé, o al menos se favorezca, la primera y más elemental educación por osmosis e imitación. Bajo el caparazón, encontramos una carne tierna y sensible, altamente frágil y vulnerable ante el entorno. Como primer signo del elemento agua, es en Cáncer donde encontramos las primeras huellas visibles de toda impronta que dejan los acontecimientos. Como signo opuesto y a la vez complementario de Capricornio, es en él, donde en mi opinión vamos a vivir el caballo de batalla de este próximo transito de Plutón y por lo tanto, puede ser que en estos tiempos se establezca un intento de control del ámbito familiar por parte del poder; puede ser el despertar de fuertes sentimientos nacionalistas e identitarios frente a estructuras de ámbito superior; puede ser que en estos tiempos se pretenda aglutinar el sentido de la existencia humana en la matriz protectora de una seguridad cómoda anestesiante y sonriente, mientras nadie la cuestione, ni se oponga a corresponder a cambio con un sacrificio o un precio al que realmente nadie le obliga. Cáncer, el signo del final, pero también el de un nuevo nacimiento; el final del sentimiento de individualidad única y diferenciada y el nacimiento de un nuevo sentimiento de vinculación a un todo mayor que lo acoge, con la esperanza de que algún día vuele por sí mismo perpetuando la vida, habiendo ganado en sabiduría y habiendo subido un nuevo peldaño en la evolución. Es en el agua donde se halla almacenada la memoria, en el agua de nuestro cuerpo, en sus células y en el agua que surca los océanos, los ríos y las fuentes, como bien ha demostrado el doctor Masaru Emoto en sus investigaciones. Éste puede ser un tiempo donde el agua se convierta en un elemento de protagonismo excepcional y en ella acaben convergiendo todos los dioses y demonios, trabajar con y para ella... tal vez debería ser más importante que nunca en estos tiempos, haciendo honor al símbolo del aguador de Acuario el limpiar y sanar nuestra memoria emocional individual y colectiva. Sería la mayor contribución posible ante los retos de este tránsito tan peligroso o benéfico, como seamos capaces de creer y crear de forma colectiva. No creo que ni el día ni la hora estén escritos, ni tan solo la forma concreta en que los marcadores celestes de las energías planetarias nos inclinen. Éstos pueden ser tiempos duros y profundamente turbulentos, pero también la puerta a una nueva dimensión superior más universal, responsable y madura, como lo marca el signo de Capricornio. Lo cierto es que todo lo que aquí escribo no deja de ser una reflexión personal más o menos fundamentada, pero tan solo una más, y tan sólo pretende llamar a la reflexión y tal vez a la duda, en contra de la parcialmente confortable seguridad que se obtiene al dar algo por sentado. Lo que sí creo que es más cierto que nunca, es que de no mediar un impulso al que por otro lado nos llama la entrada de Plutón en Capricornio, y de seguir la línea de inercia por el camino marcado en estos últimos tiempos, este tránsito puede conllevar momentos sumamente duros y desagradables, especialmente cuando asistamos al desmoronamiento de lo que estaba mal construido. Por ello no es de extrañar que dichas estructuras acaben derrumbándose, cuando corrompidas, degradadas y agotadas, acaben viniéndose abajo como consecuencia lógica del paso del tiempo, la ineficacia y la inconsciencia de los límites que pueden soportarse en cada momento.

JAUME BAIGET

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